SINOPSIS
A comienzos del siglo XIX, el
doctor Vallejo viaja de Valladolid a Galicia junto con su hija Marina para
servir como médico en un poderoso monasterio de Ourense. Allí descubrirán unas
costumbres muy particulares y vivirán la caída de la Iglesia. Marina, interesada
en la medicina y la botánica pero sin permiso para estudiar, luchará contra las
convenciones que su época le impone sobre el saber y el amor y se verá inmersa
en una aventura que guardará un secreto de más de mil años.
En
nuestros días, Jon Bécquer, un inusual antropólogo que trabaja localizando
piezas históricas perdidas, investiga una leyenda. Nada más comenzar sus
indagaciones, en la huerta del antiguo monasterio aparece el cadáver de un
hombre vestido con un hábito benedictino propio del XIX. Este hecho hará que
Bécquer se interne en los bosques de Galicia buscando respuestas y descendiendo
por los sorprendentes escalones del tiempo.
IMPRESIONES
La magia de las tierras gallegas siempre es un buen gancho para que yo lea un libro. Caigo como un pececillo que pica en el anzuelo. Pero es que, además, El bosque de los cuatro vientos está muy bien narrado.
Se trata de una novela en la que María Oruña nos cuenta dos historias. La alternancia de tiempos entre ambas hace que vayas saltando de una a otra de manera que, cuando estás con la historia de Marina (siglo XIX) estás deseando saber más de la historia de Jon Bécquer (siglo XX) y viceversa. Esto va haciendo que, sin darte cuenta, vayas devorando el libro.
Otra cosa que me ha gustado mucho de esta novela es que me ha hecho tener el móvil a mano para buscar en Google. Por un lado, para ver si existe de verdad el escenario de la historia: los monasterios, el pueblo, los alrededores..., para ver un poco cómo es el paisaje y el entorno en el que se desenvuelve la narración.
“En un
lugar sagrado como este, el punto más alto de la colina donde se ubicó el
monasterio de Santo Estevo, tiene lugar el encuentro de los cuatro vientos,
donde la leyenda habla de ritos antiguos, donde tiene lugar el encuentro con la
humildad.”
Monasterio de Santo Estevo (Ribeira Sacra)
Y por otro lado, para reproducir la música a la que la autora va haciendo referencia a lo largo de las páginas. Música impresionante, por cierto. Canciones como: O son do ar, de Luar na lubre:
"Es
un grupo gallego… dicen que esta canción se inspiró en el sonido que hace el
aire cuando se cuela en los viejos robledales gallegos; por eso se titula así,
el sonido del aire.”
O Two Shores “…nostálgico y bellísimo" de Carlos Núñez y Amanecer, del mismo autor, donde
"se oían distintas flautas y gaitas, y hasta un
violín, que evocaban claramente la cultura celta y traían la belleza y la calma
a todos los que escuchaban.”
También Negra sombra, poema de Rosalía de Castro, cantado por Luz Casals y lo que para mí ha sido todo un descubrimiento: el Hallelujah de Pentatonix que me puso la carne de gallina e hizo que compartiera el vídeo de youtube con mis amigas.
Ya hacía ya tiempo que una historia no me atrapaba así.
La música, por tanto, excelente y los personajes, bastante logrados: A destacar ,los dos protagonistas: Marina, una mujer en la que destaca su curiosidad para aprender, con cierta rebeldía aunque sin ser de rompe y rasga, y Jon Bécquer, un personaje inspirado en Arthur Brand, el Indiana Jones del arte, según indica la propia autora y que fue el que encontró el anillo de Oscar Wilde y otras historias que también se cuentan en el libro de Oruña.
“Las aldeas de Galicia son, decididamente, lugares
mágicos y extraordinarios…”,
“Pues esto es Galicia. Esta suavidad, este hogar y
esta fuerza.”,
“Ya empieza a parecer gallego, respondiendo con una
pregunta…”
Otras porque tienen que ver con el entresijo de la
historia: la relación que tienen los objetos y su perdurabilidad en el tiempo para que
al ser encontrados con posterioridad nos puedan narrar y hacernos imaginar cómo
era la vida de aquella época y cómo era su dueño. Este trinomio
objeto/historia/dueño lo encontramos en referencias por todo el libro:
“…supongo que hay objetos que nos buscan para contarnos su historia.”
“Eso es en lo que trabajo: En los objetos que portan la memoria.”
“…la vida de los objetos en el arte, lo que expresan sobre sus dueños.”
“Me interesa la historia que hay tras cada pieza, tras cada objeto que encuentro.”
“…el paso del tiempo no solo sumaba siglos, sino historias…”
María Oruña nos introduce así en el mundo del Arte y en el de la Historia, en lo que nos configura y nos hace ser como somos. Sin olvidarnos de que "…todos estamos a merced de los vientos y que todos llegamos a ser lo que somos según nos atrevemos o no a caminar contra ellos.”, es decir, que la manera que tenemos de afrontar las adversidades o el devenir de la vida es lo que va configurando nuestra forma de ser. Pero que, como el viento que va y viene, la historia -la Vida- siempre nos da la opción de empezar de nuevo:
"…el mundo giraba cambiando constantemente: así habían ocurrido las cosas desde el principio de los tiempos. Cambios, evoluciones, historia olvidada.”
CONCLUSIÓN
De que este libro va a tener éxito no hay ninguna duda. Se dan en él todos los elementos para que así sea: La búsqueda de nueve anillos desaparecidos hace tiempo, en un entorno mágico de brumas, musgo y árboles, un cadáver y una investigación y todo ello adornado con la inquietud amorosa que se enciende en Jon por Amelia, la restauradora de arte.
A mí, me ha resultado muy entretenido y por eso lo recomiendo.
Top Secret: la autora dice que tiene otra historia de Valentina Redondo (Puerto Escondido) entre manos y que hay una más en camino...
Bien, estupendo, María,
deseando leerte de nuevo.
