Autora: Almudena Grandes
Fecha de publicación original: 2007
Otros libros leídos de la autora: Las tres bodas de Manolita.
Sinopsis
El día de su
muerte, Julio Carrión, poderoso hombre de negocios cuya fortuna se remonta a
los años del franquismo, deja a sus hijos una sustanciosa herencia pero también
muchos puntos oscuros de su pasado y de su experiencia en la Guerra Civil y en
la División Azul. En su entierro, en febrero de 2005, su hijo Álvaro, el único
que no ha querido dedicarse a los negocios familiares, se sorprende por la
presencia de una mujer joven y atractiva, a la que nadie había visto antes y
que parece delatar aspectos desconocidos de la vida íntima de su padre. Raquel
Fernández Perea, por su parte, hija y nieta de exiliados en Francia, lo sabe en
cambio casi todo sobre el pasado de sus progenitores y abuelos, a los que ha
preguntado sobre su experiencia de la guerra y del exilio. Para ella sólo una
historia permanece sin aclarar: la de una tarde en que acompañó a su abuelo,
recién regresado a Madrid, y visitaron a unos desconocidos con los que intuyó
que existía una deuda pendiente. Álvaro y Raquel están condenados a encontrarse
porque sus respectivas historias familiares, que son también la historia de
muchas familias en España, desde la Guerra Civil hasta la Transición, forman
parte de sí mismos y explican además sus orígenes, su presente. También porque,
sin saberlo, se sentirán atraídos sin remedio.
Mis impresiones
Es una historia
fantástica, no quiero decir que sea de ciencia ficción, entendedme, sino que es
una historia de las que “dejan poso”, de las que disfrutas mientras la estás leyendo
y disfrutas mucho más a posteriori recordándola y hablando de ella.
“Al verle dormir a su lado, sólo podía pensar en una cosa, mañana quizás no lo tendré, mañana se habrá ido, mañana estaré sola en esta cama... Cada minuto pesaba, cada minuto importaba, cada minuto se dilataba hasta proyectarse en los límites de una eternidad pequeña, personal.”
Con mucho contenido, mucho detalle, personajes muy
profundizados, muy bien perfilados, todo contado con la maestría de Almudena
Grandes, que es mucha. Y eso que en la narración es donde te puedes hacer mucho
lío. Los hechos están contados desde muchas perspectivas, la historia de los
distintos personajes, atrás y adelante, y esto te hace perderte un poco. Es tal
la profusión de personajes y de nombres parecidos, ya sabéis, el hijo se llama
igual que el padre pero se diferencia en el apellido de la madre y eso te lía.
De hecho, al principio es algo que pasas por alto pero los personajes son
nombrados muchas veces con nombre y dos apellidos precisamente por eso. Lo más
aconsejable, que nadie hace caso pero que sería lo mejor, hacerse con un árbol
genealógico de las familias protagonistas.
Es un libro que tenía pendiente de leer desde hace muchísimo
tiempo, recomendado hasta la saciedad por varias personas pero que siempre he dejado
un poco de lado, primero porque hay tanto que leer… y segundo porque ¡son 900
páginas! Aunque he de decir que tenían razón, me alegro mucho de haberlo leído.
Es un libro que HAY QUE LEER. Sobre todo si quieres conocer una buena historia.
Como he comentado antes hay múltiples líneas, historias conectadas entre sí, narra la saga familiar de los dos bandos de la guerra y, a pesar de todos
los saltos que hay en el tiempo y de todos los enredos que se producen, todo va quedando perfectamente atado según va llegando el final de la novela.
El título El corazón helado proviene de un verso de Antonio Machado:
“Hay un español que quiere / vivir y a vivir empieza, / entre una España que muere / y otra España que bosteza. / Españolito que vienes / al mundo te guarde Dios. / Una de las dos Españas / ha de helarte el corazón.”
La historia arranca poco antes de la II República, se
desarrolla durante la Guerra Civil dando voz a los dos bandos de la contienda a
través de dos personajes Julio Carrión e Ignacio Fernández. Los vencedores y el
exilio de los vencidos, la transición y el regreso de los que estaba fuera, el
miedo, el hambre, los hechos que sacan lo mejor y lo peor de uno mismo… En fin,
personajes humanos, cercanos, muy definidos con las características propias de
la época. Te podrán caer mejor o peor, podrás entenderlos más o menos pero te hacen
congeniar con ellos, amarlos u odiarlos.
"La mayoría
de los episodios más brutales que narro en El corazón helado no me los he
inventado, pasaron de verdad. La novela es ficción porque los personajes no
existen, pero casi todos los hechos concretos del pasado de los personajes son
reales y están documentados".
Para nosotros la historia está aún tan cerca… No podemos
olvidar que nuestros abuelos lo vivieron en primera persona.
La forma de escribir de Almudena Grandes es compleja, no
resulta muy sencillo seguirle el ritmo. Párrafos largos, frases largas y liosas,
pero el lenguaje que utiliza es profundo y rico. Aunque a mí particularmente me gusta más la forma de narrar que tiene ya en libros posteriores.
“¿Que para qué sirve? Pues para comprender cómo suceden las cosas. ¿Te parece poco? Para intentar formular reglas que alivien la insoportable angustia de nuestra existencia en esta miserable brizna de la inabarcable inmensidad del universo que es el mundo.”
Aparte de los hechos históricos hay que reconocer que realmente se
trata de una historia de amor, es el Romeo y Julieta de la Guerra Civil
española. Dos familias que se odian, dos bandos rivales y el amor que al final vence y les une,
aunque por el camino tengan que sufrir unos cuantos.
Y tiene un final apoteósico.
No digo más, el que quiera que la lea.