Autora: Hanna
Lindberg
Argumento:
Solveig es una aspirante a periodista de veinticinco años que ha visto su carrera truncada por un suceso del pasado. Ahora trabaja como camarera y ha montado un blog. Una noche que sale a tomar una copa ve a Lennie Lee, un fotógrafo de treinta y seis años, el que fue en su día el gurú de las tendencias, ahora venido a menos, rodeado de modelos despampanantes. Solveig ve la oportunidad de escribir un artículo sobre esta estirpe de celebrities y para ello se acercará a su mesa y se integrará en su grupo. Allí se encuentra a Jennifer Leone, a Marika, la novia de Lennie, la modelo Eline y el psicólogo televisivo Dan Iren.
La velada, divertida y superficial, sirve para que Solveig perciba que existe un extraño juego entre ellos. Sin embargo, la noche aún no ha acabado y se produce un hecho siniestro: aparece el cadáver de Jennifer flotando en el río. Solveig decide aprovechar este acontecimiento para relanzar su carrera periodística y a través de su blog va informando del resultado de sus investigaciones.
Impresiones:
La trama es interesante, muy
actual, el mundo de la moda y de las modelos de élite, las redes sociales, la
importancia de la apariencia y todo ello rodeado de un ambientado consumidor de
droga y alcohol. Éste es el escenario que rodea la muerte de la chica que
aparece flotando en las aguas del río (imagen que da lugar a la portada del
libro que, por cierto, parece que se está poniendo de moda). Todo el tiempo la
autora juega con la probabilidad de que sea un suicidio o un asesinato de forma
que hasta que no está la historia muy adelantada tienes la duda siempre de si ha
ocurrido una cosa o la otra. Igual que dudas de qué personaje es el verdadero
culpable de esa muerte. Esto es lo que realmente “engancha”.
Los personajes tienen su aquél.
Hay algunos que están bien definidos, su físico, su personalidad, su forma de
pensar, lo que realmente es importante para él (o para ella), etc. Pero hay
otros que no son tan creíbles o, al menos, así me lo ha parecido a mí, como por ejemplo, el personaje del psicólogo televisivo Dan Iren, un personaje que podría
resultar interesante si se le hubiera definido de una manera más real, sus
conversaciones son difíciles de entender y parece que vive en un mundo aparte
que no tiene nada que ver con la historia. O, por poner otro ejemplo, la amiga y compañera
de piso de Solveig, personaje que en esta ocasión está mejor definido y que merecería
haber tenido más protagonismo en la historia (dado que en principio parece ser la
única “normal” en ese mundillo aparte de la protagonista).
Por otro lado, algo que tampoco
me ha gustado mucho ha sido la narrativa. Nada atractiva a mi modo de ver. No
he tenido la sensación de “pasear” la vista entre las líneas, entre un capítulo
y otro, devorando su lectura, con fluidez, sin pensar detenidamente en las
propias palabras. En ocasiones tenía que releer de nuevo un párrafo porque no
había comprendido lo que estaba leyendo.