miércoles, 7 de junio de 2017

El extraño verano de Tom Harvey

Autor:  Mikel Santiago
Fecha de publicación original: 3 de mayo de 2017.

Argumento:

“Yo estaba en roma cuando Bob Ardlan me llamó. Para ser exactos: estaba con una mujer en Roma, cuando Ardlan me llamó. Así que cuando vi su nombre en la pantalla de teléfono pensé: “Qué demonios, Bob. No me llamas en una eternidad y vienes a estropearme el mejor momento del verano”. Y lo dejé sonar.

Dos días después, supe que Bob había caído desde el balcón de su mansión en Tremonte pocos minutos después de marcar mi número. ¿O tal vez le habían empujado? No me quedaba más remedio que pisar el acelerador del coche y plantarme allí para hacer unas cuantas preguntas.”

Impresiones:

Tal y como dicen las diferentes reseñas y críticas se lee rápido. Un par de tardes, unos momentos robados a los quehaceres diarios y ya te has hecho con ella. Recuerda un poco al más puro estilo de Ágatha Christie: un muerto y 12 sospechosos.




En el entorno idílico de la costa italiana, luces blancas y mediterráneas, se desenvuelve la trama de esta novela. Escrita con un estilo ágil que, según dicen, caracteriza a este autor. No lo sé, para mí es el primer libro que leo de Mikel Santiago, aunque lo que sí puedo decir es que seguro que no será el único que lea de él. Por lo visto, ha tenido éxito con sus obras anteriores que son más del tipo de thriller psicológico, por ejemplo: La última noche en Tremore Beach.

En El extraño verano de Tom Harvey ha intentado utilizar más la mente y menos la violencia física que es algo característico de sus anteriores obras.

Tom Harvey se convierte así en nuestro protagonista principal: alto, guapo, rico (bueno sus padres), cerca ya de los cuarenta años, saxofonista y guía turístico que vive en Roma. Por otro lado, tiene otras cualidades que son las que lo hacen idóneo para este papel: defensor de su ex mujer (por la cual aún siente algo) y cabezota (virtud que hace que aunque mil veces se plantee dejarlo todo mil veces regresa al escenario principal porque no puede dejar de pensar en ello y necesita resolverlo).

Adorable pues el protagonista, en seguida le coges cariño.

El resto de los personajes están bien dibujados aunque algunos son más estrafalarios, menos carismáticos pero todos sospechosos: el cineasta, la escritora, las actrices, el policía italiano bien vestido, el matón, los vecinos rusos, el artista, el guapo, el que trapichea con droga, etc. Todos son parte de la lista de culpables que el autor nos presenta en bandeja para después hacer que vayamos eliminándolos poco a poco, hasta que al final –clic- todas las piezas del puzle encajan. Un “quién-lo-hizo” en el que todo el mundo puede ser culpable hasta que se desvela la verdad.

Como os he dicho, entretenido, rápido de leer, simpático.