Fecha de publicación original: 30 de mayo de 2017
Argumento
Lía, después de vivir en Tarifa una estrepitosa historia de amor con Hugo, regresa a Barcelona hecha añicos. Su amiga Manu la acoge y le da treinta días para rehacerse. Mientras, Perpetua, la madre de Lía, ajena al drama que vive su hija, continúa enviándole cartas a Tarifa creyendo que sigue allí. La ayuda incondicional de Perpetua y de Manu será crucial para que Lía pueda comenzar una nueva vida, sobre todo cuando María, una antigua amiga con quien compartió años de estudio en una escuela de ballet, aparece y se convierte en el puente para construir un futuro profesional haciendo lo que ama: bailar. Y Marcelo, un guapo jugador de waterpolo, estará dispuesto a acompañarla en esa nueva danza que es su vida.
Impresiones:
Se lee muy muy muy rápido. Está escrito con un estilo joven, fresco, dinámico, lleno de frases cortas y muchas metáforas... aunque tengo que decir que a mí este estilo no me gusta especialmente, me resulta muy cansino.
La forma de estar escrito por tanto, no es algo a destacar aunque en ocasiones hay algo de poesía o de lo que podríamos considerar como poesía.
¿Qué destacaría yo de este libro? La idea de saber que, tengas la edad que tengas, en cualquier momento puedes encontrar una persona con la que conectes y empezar una nueva relación, de amistad o algo más profundo si se tercia (para el o la que lo esté buscando). Me encantaría encontrar una persona así, tener esa sensación de que estás descubriendo a alguien interesante y que mientras se van produciendo miles de conexiones haciéndote sentir que esa persona (o personas) está adquiriendo presencia en tu vida.
Hablo por supuesto de amigas como Manu, nueva (de hace 10 ó 15 años, pero amiga de las de verdad, con las que sabes que puedes contar, para lo bueno y para lo malo) o como María (amiga de toda la vida pero a la que no ha visto desde hace 15 años; con la que un buen día choca de repente y, en dos minutos, es como si nunca se hubieran separado).
Hablo de madres como Perpetua: un ejemplo de vitalidad, sorprendente en su actitud y en su forma de enfrentar la vida.
Hablo de abuelos como "el abuelo": siempre ahí presente. Con sus cosas de toda la vida. Con su cariño, con sus emociones.
Me encantan estos personajes.
Y cómo no, también hago un hueco para los chicos guapos y deportistas... que también tienen presencia en este libro.
En fin, no me extiendo más. Considero que es un libro entretenido para pasar el rato que no te deja mal sabor de boca y que te lo lees en un pis-pás.
Por ese motivo, le concedo 2 estrellas:
