Una mañana, el propietario de una furgoneta gastronómica ambulante aparece apuñalado en su interior. El vehículo está aparcado en una céntrica plaza, junto a otros de las mismas características. Todos participan en unas jornadas festivas que organiza el Ayuntamiento de Barcelona. Ningún testigo ha oído o visto nada durante la noche.
Tras las primeras pesquisas, los encargados del caso, la inspectora Petra Delicado y el subinspector Fermín Garzón, sólo cuentan con una pista: los vecinos de las furgonetas cercanas a la del crimen aseguran que, la tarde anterior, una mujer hizo una gran compra en el negocio de la víctima. Poco después descubren quién es esa clienta, y tan importante es el descubrimiento que encontrarla se convierte desde ese momento en una prioridad. Sin embargo, parece que una mano misteriosa sigue a los detectives amenazando con violencia a cualquier persona a la que interroguen. Petra y Garzón se enfrentan a un criminal que intentará por todos los medios que el enigma no se resuelva.
Mis impresiones
Ha estado entretenido aunque la investigación policial deja un poco que desear. De hecho, el misterio casi se resuelve por sí mismo. Lo mejor de esta novela siguen siendo los personajes principales: la investigadora Petra Delicado y su compañero Garzón.
Lo de llamarse "Delicado" es una ironía total. Vaya boquita que tiene a veces la inspectora, jajaja...
Mire, Dámaso... si no quiere que... y empecemos a tocarle los cojones hasta que se le queden calvos...